lunes, 21 de junio de 2010

El Perroflautista del Leroy Merlín (y II)

Tuvieron una horrible plaga de ¡Tertulianos! No, peor aún, tuvieron una plaga de "polemistas", ignoro si tal palabra existe, pero algunos se autodenominan así, voy a buscarla en la RAE, donde sorprendentemente aparece, veamos si es con el significado que busco:


polemista.

(Del gr. πολεμιστής, combatiente).

1. com. Escritor que sostiene polémicas.

2. com. Persona aficionada a sostener polémicas.


Vale, lo de “combatiente” y la segunda acepción, me convence, lo de que sean escritores, vamos a dejarlo. Así que son “aficionados a sostener polémicas” como hay gente aficionado al macramé.

Así que tenían toda la ciudad llena de grupos de personas que discutían de cualquier tema repitiendo los mismos argumentos durante horas, con algunos temas especialmente recurrentes, como: Los radares de la degeté, "el canon" (que no era precisamente el de Pachelbel), las medidas anticrisis...

La gente se despertaba y se encontraba a dos tíos discutiendo enconadamente sobre cualquier tema de trascendencia como ¿Por qué tiene burbujas la Coca-Cola? Iban al dentista y en la sala de espera encontraba a varios tratando ese delicado tema que lleva preocupando a la humanidad durante años ¿El ventilador baja la temperatura o solo mueve el aire?.

Salían del dentista y seguían discutiendo sobre el mismo tema de candente actualidad, eso sí, ya con navajas albaceteñas en la mano y un brazo envuelto en una manta.

Entraban en un bar y varias voces clamaban venganza, o no, por la exclusión de un jugador de fúrgol de alguna de las selecciones del Readers Digest y se lanzaban cucharillas y cabezas de gamba atrincherados detrás de las mesas y los taburetes.

En las calles, en el autobús, en los parques, en cualquier parte.

Si querías huir de las discusiones del bus cogiendo un taxi, un taxista discutía contigo, o con otros conductores, o con el ambientador de pino, si hacía falta, sobre "lo que le pasa a este país".

Quizá me he pasado con lo de la gente discutiendo de fútbol o de política en un bar o en un taxi, es lo que tiene esta imaginación tan desbordante.

Los pobres habitantes de aquella, antaño, pacífica ciudad, vivían desquiciados y se reunieron en el Ayuntamiento, intentando encontrar una solución. Unos votaron que huyeran de la ciudad, otros que pusieran por la megafonía los grandes éxitos de Manolo Escobar (o de Pepe Pinto) para que no se oyera a los contertulios, otros que se les inyectara valeriana masivamente, otros que...

En fin, que terminaron discutiendo ellos también, y cuando estaban a punto de pasar a las manos, un sonido discordante les interrumpió.

Miraron y vieron a un chico joven, de aspecto desarreglado, que tocaba sin ningún criterio una flauta de plástico.

- ¿Tú quién eres y qué haces aquí?. Le preguntaron
- Soy la respuesta a vuestras preocupaciones, yo puedo acabar con la plaga que asola la ciudad.

Nota: Quizá no supiera nada de música, pero hay que reconocer que tenía un léxico bastante amplio.

Uno de los ciudadanos, le miró fijamente y exclamó:

- Yo te conozco, tú haces que trabajas en el Leroy Merlín, unas 5 veces he intentado preguntarte dónde esta el compostaje pero siempre estabas mirando a otra parte.

El muchacho suspiró.

- Ah, qué tiempos, cuando curraba y no tenía que robarle la flauta a mi hermano pequeño, pero ahora han cerrado el Centro Comercial, porque todo el mundo discutía con las cajeras y están todas de baja por depresión. Desde entonces me he hecho perro-flauta.

- ¿Y el perro?

- No, es que perro no he encontrado, pero me he dejado de lavar el pelo y me he puesto una banda en la cabeza.

Todos empezaron a hablar entre ellos, a unos les daba pena que no tuviera perro, otros le querían echar del Ayuntamiento, hasta que el joven les interrumpió.

- Que digo que ... que yo puedo libraros de los pesados esos que no paran de discutir (no como vosotros, pensaba)

- ¿Y cómo?

- Eso no importa mucho, lo que tenemos que hablar es qué cantidad desorbitada me vais a pagar para que me lleve de aquí a los tíos esos.

Al final, los probos ciudadanos acordaron prometerle el dinero que pedía, convencidos de que jamás conseguiría su propósito.

Después de cerrar el trato, el chico salió a la calle, mientras todos los que estaban reunidos le miraban expectante:


El joven se paró en medio de la plaza, se rascó la cabeza un rato, cogió aire y comenzó a tocar su flauta, con su habitual falta de criterio musical.

Primero dio unas vueltas por la plaza, después comenzó a caminar por las calles principales. Los vecinos contemplaron asombrados, como los polemistas empezaban a abandonar los bares, los taxis, las oficinas, etc y a seguir al joven por las calles, mientras decían cosas como "Con este ruido no se puede discutir a gusto, por favor".

Poco a poco la pequeña ciudad se empezó a vaciar de aquellos discutidores profesionales que seguían al flautista, que les conducía, sin dejar de tocar, primero hasta los límites de la población, y después por los caminos que se alejaban más y más, hasta que se perdieron más allá del horizonte.

Los habitantes de la ahora de nuevo, tranquila villa, salieron a las calles felices, abrazándose por tan buena nueva.

Otros cantaban tan desafinados como el flautista, y algunos abrieron botellas de cava mientras decían "No, yo no jugaba nada a ese número". La alegría del pueblo continuó y pronto volvieron a ser una comunidad tranquila y feliz, hasta que una mañana, casi a última hora, el joven se presentó en las oficinas municipales, pidiendo lo que se le debía por librarles de la plaga.

Al principio no le hicieron ni caso, y lo mejor que consiguió después de insistir mucho fue una serie de vagas excusas relativas a la financiación de los ayuntamientos, la deuda municipal y términos similares.

El no-músico salió gritando de las oficinas prometiendo la más horrible de las venganzas… en medio de las risitas mal disimuladas de los que ahí trabajaban.

A la mañana siguiente, algo terrible sucedió: Todos los niños y niñas de aquella población, había desaparecido sin dejar rastro. Padres y madres salieron a la calle preocupados y pronto la historia de las amenazas del perroflautista estuvo en todas las bocas. ¡Él había sido el culpable! ¡Él, sin duda, se había llevado a los niños de la misma manera que se llevó a la plaga!

Pronto comenzó una búsqueda furiosa de los niños por los alrededores de la ciudad, hasta que al final oyeron una extraña tonada relativa a un tallarín, en un claro del bosque. Niños y niñas cantaban casi tan desganados como desafinados, en medio de unas tiendas de campaña, acompañados con el perroflautista y varios monitores más.

Algunos se lanzaron contra el muchacho, que se sorprendió mucho al oír sus acusaciones

- ¿Pero qué clase de psicópata creéis que soy? Es que soy “monitor de tiempo libre” y en verano me sacó algún dinero (además de algún ligue eventual) en campamentos de verano ¿Nunca os habías dado cuenta de que todos los monitores somos perroflautas o ex-parroquianos?

Entre los padres se empezaron a oír algunos murmullos

- Oye Manolo ¿qué día es hoy? ¿Qué día empezaban los niños el campamento de verano?

- Pues ahora que lo dices… me suena, me suena que era el 23 de Junio.

Los padres se fueron discretamente del campamento, porque ya algunos niños los habían visto y gritaban desesperados

- Papá, mamá ¡Sacadme de aquí, que se come fatal! Por lo menos, traedme un bocata y un petit suisse.

Mientras, el pobre perroflautista intentaba de nuevo preguntar por su deuda, pero ya nadie le hacía caso.

Pero no os creáis que sus amenazas eran en vano, se vengó, vaya si se vengó, y durante aquel verano enseñó a los niños a tocar el tambor y la zambomba, bueno, eso de que les “enseñó” vamos a dejarlo, pero en todo caso les aconsejó que practicaran mucho delante de sus padres durante el invierno.

¿Cómo? ¿Que qué ocurrió con los “polemistas”? Veréis, al principio dije que era un bosque encantado y así era, así que el joven flautista, con un encantamiento los encerró para siempre jamás en unas cajas mágicas, una con sonido y otra con sonido e imagen “radio” y “televisión”, creo que las llamaba, y si sois lo suficientemente valientes y abrís esas cajas, les encontraréis ahí, condenados a “polemizar” por los siglos de los siglos.

Y Colorín Colorado, este cuento se ha terminado


Nota: Esta entrada tan larguísima es para compensar que me voy de vacaciones el miércoles (como los niños) y no volveré hasta unas dos semanas más tarde.
Pasadlo muy bien en mi ausencia y dejadme comentarios potitos (feos no, por favor) sobre la entrada y el demoradísimo cambio de imagen.

martes, 15 de junio de 2010

El Perroflautista del Leroy Merlín (I)

Érase que se era un bonito pueblo, en medio de un bosque encantado, donde los pajaritos cantaban, los niños iban a natación los martes y a inglés los jueves y la gente se ponía el chandall los fines de semana para ir al Leroy Merlín a comprar pistolas decapadoras o cualquier otra herramienta para reparaciones caseras que no harían jamás.

En fin, que la vida transcurría plácidamente, especialmente para los profesores de idiomas que sabían que nadie aprendería inglés de verdad, y seguirían dando clases y más clases por siempre jamás.

Pero todo acabó el día que sufrieron una terrible plaga de jubilados mirando obras.

¿Qué pasa? ¿No os impresiona? Es que he dicho una PLAGA, es decir tooooooooodo lleno de jubilados viendo obras: Jubilados en las calles, en las oficinas, en las plazas, en el ascensor de tu casa... Entrabas al cuarto de baño y dos jubilados mirando como te cambiaban el bote sifónico.

Nota: Lo siento, me debo al bote si(n)fónico.

Vale, si eso no os impresiona, tengo otra versión:

Pero todo acabó el día que sufrieron una terrible plaga de divorciados resentidos.

Venga, esto sí que da canguele, no me lo negaréis. Yo me lo imagino así y me da miedito:

Me subo en el metro por la mañana y todos los que viajan el vagón son tíos contándome lo mala que era su ex-mujer, que se quedó con el piso, los niños, el coche y el dálmata de porcelana a tamaño real.

Salgo corriendo del tren, en la siguiente estación, que no la es la mía, pero me da igual, la cosa es huir. Me dirijo a las escaleras corriendo (si no llevo unas sandalias verdes que se salen, pero eso sí, que son ideales) y ahí me paro en un escalón (a coger aire, que por muy buen calzado que lleve, resoplaría como un percherón) y entonces, el pasajero que va delante se gira y me dice:

- Y eso que la casa la había pagado yo casi toda y el dinero de la entrada nos lo dieron mis padres, y es lo que yo digo que....

Subo unos cuántos escalones hasta que llego a un sitio donde se ha puesto un tipo en el lado izquierdo y no deja pasar, me mira y sin más le oigo :

- ... en este país a las mujeres la ley les favorece y ....

- Bueno, y a mí qué me cuentas, yo tenía un novio que tocaba en un conjunto beat y no se lo voy diciendo por ahí a todo el mundo. ¿O qué te crees? ¿Que tengo un blog y le doy la lata a la gente con mis chorradas?

Vale, que tampoco os ha convencido lo de la plaga de separatas cansinos, pues tengo más, no os preocupéis:

¿Qué os parece una invasión de teleoperadores argentinos que quieren que os cambiéis a Movistar?

¿Y una de comerciales engominados con rulitos de pelo en la nuca? ¿Tampoco? ¿Y si además llevan un esclava de plata en la muñeca?

Veo que nada os da miedo, pero tengo muchas más ideas.

Una invasión de:

- Promotores inmobiliarios.

- Gente que llama a los camareros "Jefe".

- Starbucks.

- Adolescentes con moño ahuecado al estilo de Amy Winehouse y un lacito rojo como de Blancanieves, que te piden un cigarrillo.

- Hombres que no amaban a las mujeres que soñaban con bidones de gasolina y cerillas que no se les encendían porque tenían corrientes de aire en su casa.

- Ex compañeros de clase que te localizan por feisbuk 20 años más tarde solo para decirte que se han casado, tienen dos niños y viven en León.

- Zaras Home.

- Locutores de radio que dicen "Hey, ya estamos en el ecuador de la semana".

- Gente que lleva un tatuaje con letras chinas que creen que ponen "Suerte y Felicidad" y realmente pone "Este medicamento produce somnolencia, no conduzca ni maneje maquinaria pesada".

- Ex compañeros de clase que te localizan por feisbuk 20 años más tarde solo para decirte que se han casado, tienen dos niños y viven en León, con los que no recuerdas haber hablado en toda tu vida.

- El tapicero señora, ha llegado el tapicero.

- Personas que le dan una paliza a las máquina de sándwiches cuando se les atasca algo, y prefiere que le aplaste una máquina expendedora a quedarse sin comer una concha Codan.

- Breshkas.

- Blogueras que no saben si se escribe "Breska", "Breshka", "Breskha" o qué y que pasan de averiguarlo.

- Colecciones de Botijos del Mundo, en fascículos semanales.

- Adolescentes con el pelo liso y muy largo, con rebeca de jubilado, pantalones pitillo y manoletinas, que te piden un cigarrillo.

- Gente que intenta pagar el autobús con un billete de más de 5 euros.

- Adolescentes con el pelo como sea que le dicen a su amiga "Jo tía, esa señora yo me ha dado un cigarrillo".

- Ex compañeros de clase que te localizan por feisbuk 20 años más tarde solo para decirte que se han casado, tienen dos niños y viven en León, que estás seguro que no conoces de nada.

¿Bueno, que no? Pues lo siento pero ya he encontrado la refinitiva: Tuvieron una plaga de ....

(CONTINUARÁ)

jueves, 10 de junio de 2010

Marijose, vigila quién llama

Érase que se era una joven pareja que se trasladó a una nueva casa donde se dispusieron a vivir una vida nueva y feliz (tralaralarará).

Al poco de que les instalasen el teléfono, y hay que hacer notar que en aquellos tiempos remotos solo había una compañía telefónica y no existían los móviles, recibieron una llamada:

- ¿Está Pepita?
- No, no, se ha equivocado.
- Ah, perdón.

Al cabo de unos pocos días, volvió a sonar el teléfono y otra vez la misma voz de mujer mayor, preguntando por Pepita.

Lo mismo: Se ha equivocado/Perdone.

La llamada de "la señora que preguntaba por Pepita" se repitió una y otra vez, siempre en tono cortés, intentando explicarle que corrigiera el número de alguna manera, la mujer les explicó su triste historia (música de violines):

Pepita era su hija perdida, bueno perdida para esta señora, que solo disponía de su número de teléfono, ese al que llamaba una y otra vez.

Antes la chica le cogía el teléfono, pero desde hacía un tiempo (quién sabe por qué extraño motivo) había dejado de responder.

Ella siguió llamando y llamando, hasta que al final, un día descolgaron ellos.

En el mejor tono posible, le explicaron:

- Ya señora, pero es que su hija ha debido cambiar de teléfono, y ahora esta número es nuestro, y por mucho que llame, no va a estar aquí Pepita.

Ella parecía que lo entendía todo, les pedía disculpas y .... por supuestísimo volvía a llamar, y a llamar, y a llamar.

Durante el día, el tema se podía soportar, lo malo era la noche, cuando llamaba a las doce o la una.

Quizá la que telefoneaba por las noches era su gemela malvada, porque después del pertinente "¿Está Pepita?", empezaba a insultarles a ellos (por encubridores) y a la tal Pepita, utilizando epítetos indignos que yo no repetiré porque soy una dama de refinada educación, pero que os adelanto tenían que ver con el ejercicio del oficio más antiguo del mundo.

Y no, no me refiero a los que hacían puntas de lanza de sílex.

Además de insultar profusamente a la tal Pepita, al marido de la tal Pepita y al Consistorio (bueno, a estos no, pero hubiera estado bien), insultaba al padre de la tal Pepita.

No, no en plan "¡Tu padre, Pepita!" sino que literalmente, insultaba a su ex-marido (por qué se divorciaría el hombre de esa señora, no me lo explico) y padre de Pepita.

La joven pareja tenía contestador, y aquellos que escucharon aquellos mensajes larguísimos y terroríficos grabados a la una de mañana afirman que pensaron dos cosas, fundamentalmente.

a) Que Pepita era una picajosilla.

b) En la niña de El Exorcista.


Y a la mañana siguiente, vuelta a llamar en tono muy normal ¿Está Pepita?. Estará... lejos, mujer, muy lejos de ti.

La joven pareja lo intentó por las buenas, por las malas, por las reguleras, por las de aquella manera, pero la mujer era inasequible al desaliento.

Si la echaban en cara que les llamara a media noche, les decía, muy ofendida que no había sido ella porque ella por las noches se tomaba unas pastillas, que se dormía y no se enteraba de nada.

Nota para madre de Pepita: Revisar medicación.

Llamaron a la (única) compañía telefónica y les dijeron que cuando alguien, como Pepita, se cambiaba de número por ser acosado, el número se mantenía "parado" unos 6 meses y después, se le daba a otro incauto, que si tenía suerte como ellos, heredaba al acosador.

Evidentemente ellos también terminaron por cambiar su número, y suponemos que fueron felices, comieron perdices y merendaron transiliums una temporadita, hasta que se les pasó el susto cada vez que sonaba el teléfono.

¿Qué fue de la madre de Pepita? Pues no sé, pero yo supongo que sigue llamando sistemáticamente a ese número, y si cada 6 meses alguien contesta, ya tiene entretenimiento para una temporadita.

Ahora mismo lo está haciendo, y lo peor de todo es que se está formando una cola en el teléfono del psiquiátrico.


Preguntas:

¿Por qué cambiaría el número Pepita, con lo salada que era su madre?

¿Solo cambió de número, o huyó a un bosque aislado de alguna república ex-soviética?

¿Alguien la ha visto enseñando su casa de 200 m2 que le costó tres duros, en "Tránsfugas por el mundo"?

¿Al final añade "Lo único malo que tiene esta zona, es que no hay teléfono"?

¿Era Pepita realmente hija de aquella mujer?

Es más ¿Existía Pepita, o era un producto de su imaginación?

¿Qué clase de pastillas eran esas que tomaba la buena señora?

¿Por qué la llamo "buena señora"?

¿Qué tarifa tendría?

¿Cuánta gente había pasado por eso antes que ellos?

¿Existe alguna asociación de "Afectados por madre de Pepita"?

¿Y un grupo de "Señoras que llaman a Pepita a media noche y además dicen kivi en vez de kiwi"?

¿Por qué cuando me llaman nunca encuentro el móvil en el bolso, y siempre es lo primero que pillo cuando busco las llaves?

En esta historia se ha modificado algún nombre (sé que es difícil adivinar cuál) y no se han dado datos concretos para no perjudicar (más) a los afectados, por lo demás, es completamente cierta.

Así que ya sabéis, si conocéis a alguna Pepita, dadla un abrazo gratis, que cobrar por los abrazos está muy feo, y además la terapia, cuesta una pasta.

Un momento, si no se llamaba Pepita ¿cómo narices la vais a reconocer? Bueno, pues la primera pista es que no tiene fijo en casa y la segunda, que cobra derechos de autor por "Scream, vigila quién llama".

viernes, 4 de junio de 2010

Tristes batracios en mayo

Mayo se acabó y se llevó con él las extrañas inquietudes de seres humanos (o casi) que llegaron a este blog buscando las cosas más absurdas, aunque este mes sería más correcto decir las cosas más tristes. Veremos por qué.

años 75 pelicula ba al moro mete jachi en coche chocolate

Tranquilos, yo la he visto y acaba bien, al final el protagonista se rehabilita, y no solo deja el oscuro mundo del tráfico de drogas, sino que aprende a conjugar el verbo "bar".


como se llama la cancion cuando se va nancy de la casa

¿Las muñecas de Famosa se marchan de su portal?


dibujo de guardia civil con bigote

Lo difícil sería encontrar uno sin bigote, no es por nada.


aparato cardiocirculatorio en batracios

Vaya trabajitos de clase que mandan hoy en día en la ESO. ¿No te conformas con una redacción de mis vacaciones como todo el mundo?


dibujos de refranes con fin la z

No sé, yo veía Mazinger Z y no recuerdo que hubiera ningún personaje que fuera muy refranero, la verdad.


en la reforma del baño no me han puesto bote sinfonico

Sí que te han puesto, pero no lo ves porque ahora mismo no está, pero ya volverá de su gira de conciertos.


ankawa significado

Significa: no tengo ni idea de ningún idioma africano, pero me han dicho esta palabra y la voy a colar venga de dónde venga.

Por cierto ¿en qué idioma habla Tarzán con los animales, si él nunca jamás había hablado con ningún ser humano, ni africano ni inglés ni nada?


si me conoces sabras como soy si no intenta conocerme y lo sabrás y si no me quieres conocer no se para qué estás leyendo esto

Eso digo yo, qué hago leyendo esto.


perroflauta sin perro

¿Puede haber algo más triste?


compro bote de kh7 segunda mano

Vale sí, había algo más triste.


como me ahorro el http y el .com

Prueba a no entrar en internet.


como se llama la cancion personas vestidas de mono bailando en el parque

Estas personas ¿aparecen en la letra de una canción? ¿en un video? ¿en tu cabeza? ¿obedecen si las ordenas algo diciendo antes "ankawa"?


como se llaman los bebe del los chanchitos

Por fin una fácil: chanchititos.


el gato con botas ( el testamento)

¿Esto qué es? ¿Cuando se hace la última película de una "saga" y la llaman "la venganza", "el retorno" o algo así?

Yo la titularía "El Gato con Botas IV: La Repanocha. Ahora es personal".


el lemur ligar

No sé qué me inquieta más, que alguien busque la palabra "ligar" y el nombre de un animal al lado o que yo ya tenga la respuesta.


imgenes de una super erue con capa vere trage rosado y mascara

Ni idea ¿su súper poder es un súper mal gusto vistiendo?


"es triste ver como la gente se va quedando por el camino; como, igual que llegaron, se van. algunos he de reconocer que me han sorprendido e, incluso me ha dolido, pero de otros, sin más me lo esperaba...

¿Eso te parece triste? ¡Mira la frase anterior, que lo único que ha escrito bien es “una”, “de” y “con”. Ah, sí, y “capa”.


Hombre, por favor, eso sí que es triste.

la mujer que utiliza calzoncillos con estampado de leopardo

Pues no la falta nada más que llevar también un "trage" rosa con capa "vere".


madre mia de lo que me he enterado

¡Y yo! Yo me he enterado que hay mujeres que llevan calzoncillos, y encima, de leopardo.

mama bebe toca la sofonica

De esta frase no puedo decir nada, solo quería compartirla con vosotros.


periquitos la venganza sera terrible

¡Esta sí! Esta sí que es la última película de una película de miedo, como Tiburón, Piraña, o alguna otra de bichos asesinos.

Ya sé que los periquitos no dan mucho miedo a priori. Pero ¿no hay una peli de esas de después de comer que se llama "Calamar"? Hombre, yo he visto calamares a la romana en algunos bares, con una pintilla que daba bastante miedito.


preguntas que hagan quedar mal al lobo del cuento los 3 cerditos

Papá, papá ¿cómo es el sistema circulatorio de un batracio?