viernes, 27 de agosto de 2010

Fatales finales de mes

Agosto y mi curso van terminándose, pero aprovecharé mis últimos momentos a tope sin drogas, que están muy caras.

Aquí os propongo otro viaje en el tiempo, con otra historieta (algo remozada) que envié por correos a los amigos en su momento.

Se llama Fatalidaaad, y el título (y otras partes de la entrada) tiene que cantarse, la música da igual, los primeros 3 acordes que se os ocurran.

Vale, la letra tampoco importa demasiado.

Que es lo mismo que dijo aquel famoso cantante de pelo rizoso, antaño bien considerado cuando se dio cuenta de que colaba cualquier cosa que publicara.

O aquel que dejó de ser músico el día que se compró un sombrero.

O el que lleva un gorrito de lana y conoce mucho la línea 4 del metro de Madrid, quizá por haber tocado ahí la flauta algún tiempo.

O ese que siempre echaba de menos llevar kleenex a clase. Ah perdón, que hablábamos de música.

viernes, 20 de agosto de 2010

Más refrito veraniego

Pues sí, amigos, aquí os dejo otra entrada histórica, que previamente fue correo con el que castigaba a amigos que misteriosamente cambiaban de dirección.

Espero que os guste, yo la acabo de leer y creo que me quedó apañada.

Se llama "Pero qué me pasa en los ojos". O no, no sé.

Yo mientras, sigo esforzándome en ser una escritora de verdad, porque antes parecía que escribía, pero no. Después, por la noche, las palabras huían del papel y por la mañana yo las buscaba desesperada mientras ellas se tomaban un café con porras en el bar de la esquina.

Eso de "escribir de verdad" me recuerda a que un compañero (gran ingeniero y mejor persona) que tenía hace muchos años, acostumbrado a las impresoras matriciales, la primera vez que vio el resultado de una impresora láser dijo

- Anda, si parece impreso.

Lo cual fue un alivio porque por fin se imprimían los caracteres al papel, no como antes, que ponías la hoja boca abajo, y se caían todas las letras y venga a buscar la gente las aes y las comillas. Era muy duro trabajar en aquella época en las oficinas.

Por eso triunfaron ese tipo de impresoras, todo el mundo lo sabe.

viernes, 13 de agosto de 2010

Más Baúl de los Recuerdos

Por si algún queda algún rezagado vacacional, he remozado un poquito una entrada antigua y os la presento aquí, bien peinada y recién duchada, con sus calcetinitos blancos y todo.


Es una ocasión única (o casi), no tiene comentarios, está ahí, esperándote para que tú seas el primero en comentar y deje de ser como el calor.

lunes, 9 de agosto de 2010

Disculpas y un detallito

Pido las más humildes disculpas (ahora me imagino a un tío diciendo "Póngame a los pies de su señora"), por no actulizar convenientemente el blog.

Pero tengo buenos motivos, lo prometo, y es que en mi afán sin límite para mejorar el blog día a día (lo reconozco, quizá cada 20 días), me hallo sumergida en el magnífico curso de escritura creativa que forma parte del magnífico premio (de ya sabéis qué) concedido por la magnífica Escuela de Escritores y que conseguí gracias a mi magnífico público.

Y es que una persona que es capaz de decir "magnífico" tantas veces en una frase, necesita un curso de escritura, más que nadie. Es una causa social, si me apuras.

Por si alguien necesita con urgencia terapia, tengo a mi disposición el recurso más viejo del mundo: El refrito veraniego.

Vale, será viejo, para hasta que no me lo dijo una (sí, lo habéis adivinado) magnífica bloguera, no se me ocurrió.

Lo llamaremos "El rincón del revival" o lo que es lo mismo, alguna entradita que pasó desapercibida en tiempos.

Esta en concreto es de mis favoritas, pero yo era joven, todavía no tenía agente (de la condicional) y está triste y sola.

Hacedla caso, que es de confianza y buena chica, y si os faltan las joyas de la abuela, no ha sido ella:

Se llama El Hospital.


Eso sí, contestaré comentarios y si os gusta, buscaré algo más en el baúl de los recuerdos (uh-uh-uh)