miércoles, 15 de septiembre de 2010

PREMIOSO OFF TOPIC

Oh, jóvenes y bellos lectores de este blog, hombres, mujeres y ficus de incontestable belleza todos, como bloguera vuestra que soy, os debo una explicación y como bloguera que soy, os la voy a dar.

Vale, cof-cof, voy a aclararme la garganta.

Como casi todos sabréis, no sé poner acentos ni signos de puntuación, y además de eso, tengo gracias a vosotros, a vosotros y nada más que a vosotros unos magníficos premios de elevado importe económico en mi haber.

Vale, a vosotros a Atrápalo y a Escuela de Escritores, que me han hecho entrega virtual de ellos.

El curso de la Escuela de Escritores: "El Gozo de Escribir" ya lo he gozado, pero no os he contado nada porque esto es lo más gracioso que se me ha ocurrido al respecto. Lamentable, lo sé.

Ha sido muy, muy, muy interesante y ahora que he probado la sangre sé que quiero máaaas.

Los que os hayáis contagiado de la ola de erotismo vampírico que nos invade, imaginaos a alguna bella protagonista diciendo esto.

Gracias a la tutora Reyes Velayos y a todos mis compañeros por aguantarme disquisiciones del calibre:

- Creo que Henry James escribía una frase y después cambiaba las palabras de sitio un buen rato, hasta que le parecía que no se entendía nada y decía ea, ya está, Mary Margaret, traigame un té (con whisky).

Y todo esto, sin partirme la cara: Buenas personas, ya os digo.

Del viaje a Nueva York tengo hace meses billetes, hotel y fechas (gracias todo a Diana Checas).

Salimos el día 29 de Septiembre, si os suena esa fecha es que quizá hayáis leído algo sobre una "Convocatoria de Huelga General en España".

Punto, set y partido.
Toma, toma y toma.

O como diría Bolaño "Todo lo que empieza como una comedia, acaba como un vuelo retrasado".

Mi acompañante es mi hermana, le he pedido permiso para decirlo, pero no para publicar su nombre, así que la llamaremos Hermana o Sister, que es exactamente como la llamo yo (sí, es cierto hace tres años que no digo su nombre de pila, porque no me acuerdo bien de cuál era).

Podría ir con el padre de mi futuro hijo, la vela, pero paso, que no tiene pasaporte ni deditos para rellenar el ESTA.

Que cómo van los preparativos, estoooooo, regularcillo, regularcillo.

Y eso que muchos amigos blogueros y no blogueros me están dando soplos sobre restaurantes, museos, saunas nudistas, etc... pero yo es que soy una persona que bebe velas... no sé... ¿esto no os sugiere nada?


Nota 1: Si no leías este blog hace meses y esto te suena a chino, puedes leerte esta entrada, o pasar de todo (que va a ser lo mejor) y leer otra cualquiera más apañada.

Nota 2: He hecho dos referencias a escritores para que se note que he hecho un curso literario y para tirarme el pisto.

Nota 3: ¿Os he dado ya las gracias?

lunes, 13 de septiembre de 2010

El zumo

Madrid en Agosto, escogí un mal día para que me diera un tirón en la espalda.

Con mi masajista "de confianza" de vacaciones, comienza una ronda de llamadas desesperadas en busca de ayuda: Batman, El Séptimo de Caballería, Las Chicas Exploradoras…

En el 118xx me dicen que solo tienen el teléfono de las chicas exploradoras, pero que se tienen que asegurar de que sea mayor de edad para dármelo.

Al final me decido a llamar a todos los fisioterapeutas que se me ocurren, pero ninguno me atiende en el mismo día ni en broma. Bueno, a lo mejor en broma sí, pero claro, luego vas con la lumbalgia y te dicen que era una broma y no te hace maldita la gracia. Así somos los álgicos del mundo, gente sin sentido del humor.

Al final consigo hora para la misma tarde en un sitio al que nunca he ido, y es raro, pero cuyo nombre me atrae poderosamente, pero que no me atrevo a poner aquí por si acaso los que trabajan ahí saben preguntar a la chica de Guguel, no les hace gracia y me escupen en la espalda la próxima vez que vaya.

Y eso me han dicho que lo cobran extra. Sobre todo si lo hace una chica con tacones muy altos.

Digo que es raro que no lo conozca porque yo me gasto una parte importante de mi sueldo en estos vicios, probablemente sea la persona a la que más meten mano de España, después de las Chicas Exploradoras esas.

Pues sí, es hora ya de confesarlo, en esto de las “terapias manuales” tengo máster: Fisioterapia, acupuntura, osteopatía, quiromasaje, manicura francesa… y yo sigo hecha el mismo trapillo, oiga. Pero a lo tonto, reactivo la economía.

Allá donde voy, conozco (quiera o no) el que se dedica a esto en la zona: He pensado hacer una guía. Al tiempo, ese será mi futuro.

Bueno, llamé al “Qué asco de espalda que tengo” y me preguntaron que qué tipo de dolor tenía, si me bajaba por la pierna o no sé qué. Yo, como ya tengo en esto mucha experiencia, le interrumpí y le di unas explicaciones claras, en el argot del ramo, para que me entendiera:

- Llevo todo el día poniéndome las manos así como las embarazadas.

Pues yo creo que me entendió.

El masaje bien

- ¿Te hago daño? Si te hago daño dímelo.

- Hombre por Dios ¿Con quién te hablas?

- Pues con una tía a la que no he visto en mi vida hasta el día de hoy.

- Que hablas con una mujer curtida, que aaaaaaaaaaaay, quita la mano de ahí.

Si de algo me he dado cuenta es que me llevo bien o mal con la gente según su profesión, y al igual que vivo en un pertinaz desencuentro con los peluqueros, con los masajistas siempre estoy a partir un piñón.

Así que después de esta sesión, como de costumbre, me trajeron un piñón.

Bueno, también me preguntaron si quería un poco de agua, o un zumo. Pedí un zumo de piña.

Para el que no esté familiarizado con este mundillo, diré que siempre, al acabar te dicen que te quedes un ratito tumbado descansando y para no levantarte de golpe, porque te puedes marear.

Así que ahí estaba yo tumbada y como medio ida, que es como se suele estar después de estas cosas, lo que unido a que normalmente tampoco me entero de mucho, el resultado es que siempre estoy en un estado al que suelo llamar “Mi reino no es de este mundo”.

Me dijeron

- Aquí te dejo el zumo.

- Bargcias, bargcias (es como hablo después de un masaje)

Cuando por fin me animo a sentarme en la camilla, veo que me han dejado el zumo en una bandejita muy mona, junto a un bombón, en una mesita que había ahí. Decir que lo veo es un eufemismo, porque sin las gafas, en penumbra y algo mareada, no veía absolutamente nada. Por eso me dejo siempre le piñón ahí abandonado, porque todavía no lo he encontrado.

Así que vi, o intuí, un zumo de esos en mini tetra-brick, con su pajita y todo, que pensé:

- La pajita para gente cutre, que en este local de categoría, me han traído un vasito de lo más mono, así como con cristal opaco, de diseño.

Así que eché el zumo en el vaso, empecé a beberlo, y comencé a vestirme, cuando volví a mi vasito (aún sin las gafas), me sorprendió ver (intuir) que en el fondo del vaso hubiera como otra capa, un poco como en los vasos de whisky. ¿Estará de moda en el fascinante mundo del vaso? Pensaba mientras bebía otro trago.

Mientras, me puse las gafas y cuando fui a beber de nuevo, vi que lo que había en el fondo del vaso, sí, del que había bebido más de una vez, no era un elemento decorativo, era una vela.

Sí, una vela, me había estado bebiendo una vela.

A ver, vamos a verlo mejor, pensaba mientras encendía la luz (todo esto a medio vestir), pues sí, era una vela puesta al fondo de un vasito muy mono, pero no de cera con su mechita, sino como de plástico.

¿Me habría intoxicado? ¿Cómo lo contaría en Urgencias? Ya me estaba imaginando los chascarrillos

- Tengo una prima que trabaja de enfermera en un Hospital y una noche llegó Richard Gere y …

- ¡Calla, eso es muy viejo! Yo tengo un vecino que es enfermero y tuvieron que hacerle un lavado de estómago a una tía que se bebió una vela.

Pero al igual que cuando te caes por la calle, lo que menos te importa es si te has roto la tibia, sino si te ha visto alguien y vas a salir en YouTube, a mí me importaba borrar los rastros de mi estupidez.

Al fondo de la habitación había un lavabo pequeñito y ahí me puse a limpiar el recipiente traidor, intentando secarlo después, no sé ni cómo. Hubiera estado genial que hubieran entrado en ese momento, al ver que tardaba en salir.

Después de limpiar, más o menos, las pruebas de mi infamia, la vela se volvió a encender quién sabe por qué ensalmo o encantamiento.

Cuando por fin salí a la recepción, las preguntas de rigor:

- ¿Qué tal? ¿Cómo te encuentras?

- Bien, bien, creo que he engendrado un Gusiluz, pero bien.

Me recomendaron volver unos días más tardes, para terminar de quitarme las contracturas. Yo pedí hora, preguntándome si seguiría viva para el martes siguiente.

¿Que cómo estoy ahora? Pues de momento no he notado nada raro, pero por las noches, cuando estoy en la cama, en vez de fijarme en si me da pataditas, me miro un poco la tripilla, a ver si empieza a lucir.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

No sé apuntarme a Bitacoras.com (Editado)

Dicen que en esta vida hay que ser consciente de tus propias limitaciones y yo hoy he descubierto una más.

Aún.

Todavía.


No me sé apuntar al concurso de Bitácoras.com, he puesto un botón y voy que me mato porque

a) He estado 15 minutos registrándome, y no he conseguido (ahora, que lo pienso, creo que no se puede) colocar el nombre de mi blog por ninguna parte.

Y yo he venido aquí a hablar de mi libro. Espera, no, he venido a votar a la Dra Jomeini que se presenta en la categoría de Ciencia, pero....

b) Tampoco he podido, cuando por fin me he podido apuntar y he encontrado en el menú "Votar", me han dicho que no tengo suficiente actividad en Bitácoras, a ver si va a ser porque me acabo de apuntar.

c) No soy humana. Sí, muchos sabréis que cuando no sabes escribir bien las palabras de comprobación, esas que parece que se escurren, o que están como apelotonadas a un lado, te suelen mostrar un letrerito

¿Seguro que eres humano?

Pues no te creas, a veces tengo mis dudas, sobre todo cuando suena el despertador. Las veces que lo oigo, que no es a diario precisamente.

Cuando estoy ahí agarrada a la manta con todas mis fuerzas, entre las múltiples dudas metafísicas que surcan mi mente:

¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Estamos solos en la galaxia o acompañados? Vale, y cuando se me acaba el plagio y/o termino cantando canciones de Siniestro Total, suelo añadir

¿Por qué hay que trabajar? (esto sí que no se le había ocurrido a nadie ¿eeeh?)

Y sobre todo ¿Por qué hay que trabajar TAN PRONTO?


Por cierto, esas palabrujas más escritas ¿de dónde las han sacado? ¿Cuándo les he dado permiso para usar mis apuntes?


d) No me puedo nominar a mi misma. Así que si alguien quiere, puede nominarme, si es usuario de Bitácoras (claro) o si se apunta y tiene más actividad que yo (yo que sé, se hace unas flexiones o algo)

Supongo que hay que pulsar en Votar, y ... hasta aquí puedo leer.

Ah, hay categorías, la mía es "Política Medioambiental Iberoamericana", y si no encontráis esa, pues me conformo con "Humor".


Así que ya sabéis: Votadme (si sois más capaces que yo), pulsando en este bonito botón que he puesto aquí, a la siniestra. No hace falta tener blog propio, ni participar en el concurso, os lo digo yo, que lo estoy intentando y no hay manera.


Esta vez no os prometo una lata de mejillones en escabeche, que no veáis "los trabajitos que me hicistéis de pasar", para ni encontrar las latas (eso da para varias entradas).

Casi mejor una entrada cercana en el tiempo, menos rollera.

Vale, mejoro un poco mi oferta, que reconozco que era una castaña. Al que consiga apuntarme por fin al concursito, le escribo una entrada sobre el tema de su elección.

Esto tiene dos pequeños fallos:

a) Se lo he copiado miserablemente (again) a Doctora

b) No creo que sea muy interesante, yo personalmente, preferiría la lata de mejillones.

A los que me votéis, no sé qué daros, excepto mi agradecimiento eterno. Vale, iré poniendo vuestros nombres a todos los hijos que tenga, uno tras otro.

Oye ¿tú por qué te llamas Isi? No sé, mejor pregunta a mi hermano Guisante Verde Project.


Mientras y para que os entretengáis, os adjunto lista de cosas de las que soy incapaz.

- Correr sin tener que apretarme firmemente el costado con la mano.

- Correr sin mover a la pena y la chanza a todo aquel que me contempla (corro como lanzo la pelota: como una chica).

- Correr. Sin más.

- Hacer círculos al fumar (que no haya fumado en toda mi repajorera vida, puede ser que tenga que ver)

- Tener una tele delante sin quedarme hipnotizada aunque estén poniendo "Hostal Royal Manzanres", sobre todo porque creo que dejaron de ponerlo hace 8 años.

- Hacer la pelota a alguien que me cae mal. Me sale fatal, es un drama, en serio... pongo unas caras ... doy una pena... parezco una miss resolviendo ecuaciones de segundo grado. Por cierto:

- Resolver ecuaciones de segundo grado.

- Resolver ecuaciones de primer grado.

- Resolver divisiones con decimales

- Resolver. Así, en general.

- Parar a tiempo antes de humillarme completamente en público, arrastrando mi nombre por mi propio blog.

viernes, 3 de septiembre de 2010

El Buzón

Un martes cualquiera, hace varios meses, entro en el portal de mi casa y contemplo, que en mi buzón, además de mi nombre, aparecen el de 3 personas más.


El mío está en el típico cartelito que pones debajo de una plaquita de metacrilato, que puse ahí hace años. Mis nuevos amiguitos están en un papel cutre, mal cortado y peor escrito, que se ha pegado con celo.


Antes ponía


Mujer de Incontestable Belleza


Ahora, no aparece el piso y veo:

Mujer de Incontestable Belleza

Persona Desconocida 1

Persona Desconocida 2

Persona Desconocida 3


No sé qué me da más miedo: Que cuando llegue a mi casa estén agazapados 3 inquilinos tras el sofá, o haberme convertido en esa gente cutre que en vez de cambier el cartelito del buzón, hace una chapuza horrible, que parece que no ha perdido las esperanzas de que la suegra se vaya pronto.


Tampoco estoy ya segura de vivir en el segundo.


Esa noche, a eso de las 11 menos cuarto, llaman a la puerta. Es la vecina de arriba, la del piso que aunque lleva ocupado unas 3 semanas, no ha puesto cartelito en el buzón.


- Hola, soy la vecina de arriba, que verás, he puesto un cartel en tu buzón.


Algo había notado, no te creas.


- Es que he venido esta mañana, pero no había nadie.


Y me mira algo enfadada por haber tenido que volver, y añade, con un tono algo suspicaz:


- A lo mejor no estabas en casa, porque que estabas en el trabajo.


Trabajar por las mañanas, se han dado casos.


- Yo vengo ahora, porque es cuando salgo de trabajar.


Qué suerte tengo de que no salgas de trabajar a las 3 de la mañana.


- Es que resulta que “mi amiga” está esperando una carta muy importante, he ido a abrir el buzón y he visto que la llave no me abría.


Y has pensado ¡Esto sin falta se lo tengo que contar a mi vecina, sea la hora que sea!


Añade muy sonriente, con expresión de triunfo:


- Y entonces he visto que mi llave sí abría tu buzón, y por eso he puesto el cartel, para que me dejen en tu buzón la carta.


Qué suerte he tenido de que no te hayan dado por error las llaves de mi piso.


- Pero (me dice mirándome con picardía), he tenido cuidado de tapar el número, para que no se den cuenta de que no el mismo.


"Fina Estratega", que diría Forges, lela perdida, que te diría yo.


- Y como mi amiga estaba esperando una carta muy importante…


Yo también, en concreto la renovación de la tarjeta de crédito, mira a ver si la tiene” tu amiga”.


Por fin, intervine, después de tragar saliva (bueno, y bilis, también)


- Pero ¿tú has llamado a los dueños del piso para que te den otra llave?


- … y como no me abre el de mi buzón y sí el tuyo…


- Pero ¿tú has llamado a los dueños del piso para que te den otra llave?


- … claro, he visto que no abría y es que a lo mejor se han equivocado…


- Pero ¿tú has llamado a los dueños del piso para que te den otra llave?


- … y fíjate que pruebo la llave y no funciona…


No, no es un problema con el copy-paste, es que realmente yo le pregunté 3 veces seguidas si había llamado o iba a llamar a sus caseros y tres veces se fue a por uvas.


En vista de que habíamos entrado en bucle y que ya empezaba a ser la hora del ángelus (¿o eso es solo por la mañana?), la dije que adios muy buenas.


Test 1) Si compras un coche y ves que no se abre con las llaves que te han dado


a) Vuelvo al concesionario y les pido, muy correcto, que me las cambien.


b) Vuelvo al concesionario y les monto un numerito, y si además de las llaves me llevo unas alfombrillas, mejor.


c) Vuelvo al concesionario y pruebo, uno por uno, todos los coches hasta que encuentro uno que abran mis llaves. Si eso, vuelvo otro día y se lo cuento


De todas maneras, tampoco hacía falta que me molestara a esas horas, podía haberme pasado un papelito debajo de la puerta. O habérmelo dejado en el buzón. Ah, espera, que si me la deja en el buzón, se cree que es para ella.


Notas a la presente edición


Los personajes y diálogos aquí recogidos están basados en hechos reales, los comentarios en cursiva nunca se dijeron en alto, lo demás, por increíble que esto resulte, ocurrió exactamente tal y como lo cuento.


Al día siguiente llamé a los dueños de mi piso, que son hermanos de los dueños del tercero y les pedí que le dieran la llave de marras a su inquilina, o a “la amiga”, cosa que hicieron.

Cuando le conté la historia, mi casero me dijo:


-Vamos, que es tonta ¿no?

Él lo ha dicho, yo no.