lunes, 22 de septiembre de 2014

Si a tu ventana llega una paloma. Solución a la pregunta.

Sí amigos, llega el momento que todos esperabais expectantes para saber qué ocurrió realmente con la paloma.

¿Expectantes, dices? Vale, llega el momento que todos esperabais.

¿Todos, dices? Vale, llega el momento que alguno es posible que esperara con cierto...

Bueeeeno, el que quizá despertó una mínima curiosidad en algún desocupado que hubiera por ahí.

Comentemos las opciones de la más votada a la menos votada

Opción A. El chicle, la paloma, la sandalia y la singular batalla que los enfrentó

La paloma, luchaba denodadamente por liberarse de su prisión de plasticucho, con anagrama del Caprabo incluido, mientras yo intentaba denodadamente liberarme de mi prisión de chicle rechupeteado adherido a la suela de mi zapato...

Hubiera sido bonito, sobre todo porque hubiera podido utilizar "denodadamente" no solo una, sino dos veces, por una vez en la vida, por eso y porque hubieran acertado casi la mitad de los concursantes que han escogido esta opción. Pero no, la opción más votada NO sucedió.

Lo cierto es que me pega mucho, yo misma me veo muy reflejada en algo tan absurdo a la par que bienintencionado, cuando muera, espero que pongan eso en mi lápida "Bienintencionada, pero absurda". Bueno, mejor no.

Y mira que lo pensé, lo de pisar la bolsa y así liberar al bicho, pero nos dimos cuenta a tiempo de que no llevaba la bolsa pegada sino unida a la pata por un nudo, que me gustaría saber qué genio del mal le había hecho. Del mal porque hay que ser malaje, y genio porque ¿cómo narices se sujeta a una paloma mientras se le hace un nudo en la pata?

Lo del chicle, pues sí basado en hechos reales, que hace no mucho pisé uno de los cientos de restos arqueológicos que demuestran que el ser humano es, básicamente, imbécil.


Opción D. Fush-fush

La segunda opción más votada y sobre todo la que más lectores han asegurado que hubieran escogido ellos mismos.

Es triste, pero la relación entre los seres humanos (sí, los de los chicles en el suelo) y las palomas está jalonada de desencuentros. Aunque también, no lo olvidemos, de encuentros. Sobre todo encuentros entre sus blancas heces voladoras y nuestros coches, ventanas, bancos de los parques, etc.

Heces voladoras, cuando el punk vuelva a ponerse de moda, este nombre triunfará en el mundo de la música. Al tiempo.

Siendo sinceros, las palomas dan asquito, no vamos a negarlo, además hay que tener en cuenta que existe un contencioso entre el ser humano urbanita y la paloma, pero estoy segura de que el día de mañana, cuando se cree el wc (o pañal) para palomas, nuestras relaciones interespecies mejorarán significativamente y llegaremos a un acuerdo marco que nos permita una significativa mejora en la ....

En todo caso, mientras llega ese día y yo consigo acabar esa sarta de vacuas frases, seguiré intentando salvar a las palomas, porque no, esto no es lo que hice. Intentarlo, pero ¿lo conseguí?

p.d. Ahora que lo pienso ¿Y si en vez de bolsa era un pañal?

Opción C. ¡Salvamos a la paloma!

Quiero agradecer públicamente a Susana, Natalia D, JuanRa Diablo y a Ángeles que me vean a mí capaz de capturar a una paloma. Vamos que ni con la ayuda de las camareras, ni con la de la Patrulla Verde podría atrapar yo a un pájaro.

Ni con la de Linterna Verde, francamente.

Pero se agradece ese voto de confianza, no solo a mi buenez (que es cierta) sino a mi habilidad (que ni de ... lejos), que francamente, brilla por su ausencia. Así que me alegra pensar que más gente me ve capaz de atrapar a un pájaro. ¡Qué engañaditos os tengo!

Opción B. No conseguimos salvar a la paloma, pero lo intentamos.

Sí, es cierto, lo intentamos y no lo conseguimos.

Como la verdad no es muy popular, ha sido la opción menos votada, de hecho tengo ciertas dudas sobre si realmente la ha votado alguien, y en su caso si han sido una o dos personas las que lo han votado. Bueno, voy a decir que Maribel  y Lillu  han sido las que la han escogido. Ea.

¿Sabéis esa escena de "Todo sobre mi madre" en el que la protagonista asegura que su vida está marcada con la obra "Un tranvía llamado deseo"? Pues a mí me pasa lo mismo

Mi vida la ha marcado también una obra cumbre de la literatura universal ¿quién? ¿Madame Bovary? ¿Hamlet? No, hombre no...Heidi. He dicho que era cumbre, no?

Por favor, por favor, no dejéis de leer el blog, ahora mismo dadme una segunda oportunidad, pensad que tengo unos referentes ¿culturales? muy malitos.

Pues sí, Heidi ha marcado mi vida, y por eso amo a los animalitos del bosque, entre los cuales no cuento por supuesto, ni a las ratas, ni a las cucarachas ¿por qué?

Porque, como ya he explicado en los comentarios, esos no son animalitos, son concejales de urbanismo y presidentes de club de fútbol reencarnados, así que hasta la propia Heidi os agradecería que les dierais un zapatazo si veis alguno.

Lo que Heidi jamás contó es lo difícil que resulta salvar a una paloma, no solo por lo asquerosito de cogerla (una cosa es ser Heidi y otra no conocer la existencia de los gérmenes) sino porque las malditas vuelan y no se dejan.

Por cierto, no sirve para nada decir "ven aquí...tonta, más que tonta", se ve que solo responden al refuerzo positivo, digo yo.


sábado, 6 de septiembre de 2014

Si a tu ventana llega una paloma

En estos días tan bonitos que la gente vuelve de vacaciones e insiste en contarte que, sin duda alguna, la playa de Zahara de los Atunes es más bonita que ese sotanucho con luz artificial del polígamo industrial de Fuenlabrada donde trabajáis, me ha ocurrido una bonita anesdotilla... o quizá no.

Venga ¿queréis jugar a adivinar qué me ha pasado y qué no? Es súper chachi. Vale, esta es la que no, que diga yo "súper chachi".

Hace unos días, aprovechando las últimas terrazas (mentira, ahora hace más calor que nunca, pero cuando se publica en septiembre es imprescindible decir algo del estilo "los últimos coletazos del verano") fui a comer a una terracita de mi barrio con mi hermana.

Aprovechando los últimos días de verano (que no! ) me había puesto un vestidito muy mono que tengo, rojo, con su faldita de vuelo. Vamos, que iba hecha un primor.

La cosa es que estábamos ahí comiendo  y vimos a una paloma picoteando aquí y allá, buscando las migas que caían de las mesas, y poniendo esas caras que ponen las palomas, ya sabéis, esas caras de ... aves. Nos fijamos en que en la pata llevaba un trozo de bolsa dé plástico bastante grande, colgando de su pata. Se veía que le molestaba mucho, porque no paraba de sacudir la pata.

Juntas decidimos:

a) Liberarla, nosotras es que somos mucho de liberar animales. ¿Cómo? Urdimos un magnífico plan porque pensamos que si se acercaba lo suficiente, quizá yo podría pisar un extremo de la bolsa con la idea de que la paloma tiraría de la otra y se desharía del plástico.

Parecía un buen plan, pero ya sabemos cómo suelen acabar los mejores planes, motivo por el cual en nuestro país preferimos planificarlo todo fatal.

La cosa es que gracias a la extrema limpieza de las calles de Madrid y a un defecto congénito que hace que cierta gente ignore para qué sirven las papeleras, se ve que tenía un chicle en la suela de mi sandalia y bueno, cuando la paloma se acercó lo suficiente, la bolsa se pegó al chicle, bien, pero no se despegó de la paloma, mal.

¿He dicho ya que me había puesto hecha un primor con mi vestidito rojo? Pues ahí tenéis al primor intentado librarse de un engendro volador.

Y ahí estuvimos un rato luchando paloma, bolsa, chicle y yo .... qué bonito fue, y mientras mi hermana diciéndome.

- Pero suéltate.
- ¿Por qué crees que muevo el pie como una loca? ¿Para activar la circulación?
- Quítate la sandalia.
- Si hombre, con lo que me ha costado.

Al final conseguí despegarme dejando a la pobre paloma con la bolsa y un trozo de chicle de regalo.

Lo bueno es que, nos han salido unos bolos y actuamos (mi hermana, la paloma, el chicle y servidora) en varias terrazas de la zona  jueves y viernes por la noche. Sábados y domingos, solo a mediodía. Pasaros, es una juerga.


b) Liberarla, nosotras es que somos mucho de liberar animales. ¿Cómo? Urdimos un magnífico plan porque vimos que la bolsa no la tenía pegada, sino unida por un nudo a la pata (no me preguntéis cómo) y que la única manera de soltarla era que una la cogiera y otra le soltara el nudo.

Basándonos en mis impresionantes reflejos, yo la atraparía y ella más hábil que yo manualmente (lo que por otra parte, tampoco es difícil, que todo hay que decirlo) le soltaría el nudo.

¿Conocéis esa escena de Juego de Tronos en que Arya Starck, poniendo en práctica las enseñanzas de su maestro de esgrima, consigue cazar a un escurridizo gato?  Pues por favor, quedaos con esa imagen en vez de la mía, haciendo el ridículo persiguiendo a un pájaro en medio de las mesas  ¡Y con el vestidito ese primoroso!

Y eso que dos camareras, aprovechando que no quedaba gente comiendo, me ayudaron intentando acorralar al animalico.

Pero ni por esas, yo corría (o así) mientras le decía al bicho:

- Pero ven aquí, tonta más que tonta.

Y la paloma decía "Prruuu" y salía volando.

Decidí dejarlo antes de que la atropellara un coche y a mí me retiraran el acceso al restaurante.
Fue de lo más frustrante.


c) Liberarla, nosotras es que somos mucho de liberar animales. ¿Cómo? Urdimos un magnífico plan porque pensamos que la bolsa no la tenía pegada, sino unida por un nudo a la pata (no me preguntéis cómo) y que la única manera de soltarla era que una la cogiera y otra le soltara el nudo.

Basándonos en mis impresionantes reflejos, yo la atraparía y ... bueno, ya sabéis.

A ver, que no digo yo que fuera fácil atraparla, y reconozco que si no llega a ser porque dos camareras se enternecieron (y eran más habilidosas que yo) no la hubiera cogido en la vida, pero al final conseguimos acorralarla entre las tres debajo de una mesa y la atrapé!

La verdad es que me dio un poco de asquito tocarla, pero mi buenez pudo a mis escrúpulos y conseguí llevarla hasta la mesa donde mi hermana esperaba con los bolsos (detalle este importante), la cuenta de la comida (que el encargado mandó traernos cuando me vio corriendo por ahí) y sus hábiles manos que le quitaron el nudo bastante antes de lo que yo pensaba.

Lo que es ser madre, oye... se ve que aprendes a soltar nudos, coser disfraces y hasta cortar el flequillo, según sales del paritorio, digo yo.

Fue un poco asquerosito tocarla, pero de lo más gratificante.

Y ahora, cada vez que me cruzo con una paloma, me parece que detecto una mirada de agradecimiento en esos ojillos entrenados meticulosamente para encontrar el coche que se acaba de lavar, para dejarle un regalito.



d)  Decidimos hacer fush-fush para que se fuera.

¿Pero cómo me voy a ensuciar el vestidito y dejar de comer para ponerme a perseguir a un pájaro, hombre?? Y encima una paloma ¡Si son las ratas del aire, por favor!

Y esta además, daba una grima con el plasticucho ese colgando de la pata. Qué asco, por favor.



¿Bueno, cuál creéis que es la respuesta adecuada? ¿Qué hubierais hecho vosotros? ¿Alguna vez habéis tocado una paloma? Si a tu ventana llega una paloma ¿la tratáis con cariño que es mi persona, o hacéis fush-fush?